Publicador de contenidos

Medusas

Fauna i flora

Las medusas son animales muy primitivos que viven en el mar desde hace 650 millones de años. Pertenecen al filum de los cnidarios (del griego Knidé que significa ortiga), como el coral o las anémonas pero, a diferencia de éstos, son organismos pelágicos (viven en la columna de agua), y forman parte del plancton, esto es, se mueven con las corrientes. Por este motivo las medusas no pueden perseguirnos, se limitan a estar suspendidas en el agua, manteniéndose entre la superficie y los primeros 5 metros de profundidad, allí donde la luz es más intensa y la cantidad de alimento mayor. Si al bañarnos llevamos con nosotros unas gafas de bucear y somos cuidadosos podremos observar a estos bellos animales y esquivarlos, evitando así que nos piquen (eso si, en caso de gran presencia de medusas mejor no meterse en el agua).

 

Las medusas están formadas en un 95 % de agua y son parte de la alimentación de animales tan representativos como las tortugas marinas (en el mediterráneo fundamentalmente Caretta caretta) y muchos peces. Precisamente una de las posibles explicaciones del incremento de medusas en nuestras aguas, en los últimos veranos, la encontramos en la disminución de estos depredadores (atunes y tortugas) por la presión pesquera. 

 

En el mediterráneo existen al menos las siguientes especies de medusas: 

  • Pelagia noctiluca
  • Cotylorhiza tuberculata
  • Velella velella
  • Rhizostoma pulmo
  • Physalia physalis
  • Aurelia aurita

La mayoría de los casos de picadura de nuestras costas se deben a Pelagia noctiluca, también conocida como avispa de mar.

 

Cada picadura exige un tratamiento concreto, pero existen unos pasos generales:

1. Lavar bien la zona con agua de mar, sin frotar ni rascar (sumergir la parte afectada en el agua y generar corrientes por encima, a fin de retirar todos los trozos de tentáculo que puedan quedar pegados a la piel). Si estos trozos están muy pegados retirarlos con un instrumento rígido (tarjeta de crédito...) nunca con los dedos.

2. No lavar nunca con agua dulce. Las células urticantes reaccionan ante el agua no salada evaginando el arpón, picando. Si quedaban cnidocistos sin disparar con el cambio de salinidad lo harán.

3. Aplicar frío durante 15 minutos sobre la zona afectada. Si se utiliza hielo debe tenerse en cuenta que éste no es otra cosa que agua dulce congelada, no debe tocar la picadura; utilizar una bolsa de plástico o similar para envolverlo.

4. No es conveniente recibir varias picaduras seguidas pues el riesgo de reacción se multiplica. Si ya se ha recibido una, extremar las precauciones. 

5. En caso de convulsiones, alteraciones cardiacas o respiratorias acudir rápidamente al hospital más próximo.

 

Recomendaciones del Ministerio de Medio Ambiente

Fecha última modificación: 13 de marzo de 2023