Can Catlar (Cal Marquès del Palmer)

Descripción

La fachada del edificio se encuentra estructurada en tres pisos desiguales. De la planta baja es remarcable el gran portal adovelado y en situación asimétrica, que aún muestra las aldabas caballeras de las puertas, y las dos ventanas renacentistas, la de la izquierda, mutilada. También figura, entre angelotes, el escudo de la familia Descatlar. En la ventana de la derecha, hay un curioso y enigmático relieve de una figura femenina que se clava una espada, probablemente en referencia a la leyenda romana de Lucrecia.

La planta noble presenta un magnífico conjunto de grandes ventanas de estilo renacentista, que datan de 1556, tal como reza la inscripción del travesaño de la ventana de la derecha: "1556 se hicieron las ventanas". Tienen división interior cruciforme, con parteluz y travesaño. En la parte superior de cada ventana hay un medallón artísticamente trabajado. Representan alegóricamente las virtudes atribuidas al caballero: fortaleza, pruedencia. piedad, caridad y templanza. Las jambas cuentan con figuras antropomorfas de fantasiosa factura. El porche tiene arcos conopiales, de tradición gótica.

El patio, de grandes dimensiones, es de planta irregular, con los arcos rebajados y vestíbulo con artesonado de madera y con dos portales renacentistas a los lados que dan acceso a los estudios, La escalera es del siglo XIX y la decoración interior del siglo XVIII, de estilo rococó.

Notas históricas

El actual edificio es básicamente producto de la reforma llevada a cabo a mediados del siglo XVI para Per Abrí-Descatlar y Valentí, sobre el viejo edificio gótico de los Lloscos, barones de Bunyolí, que en 1429 pasó a la familia de los Catlar.

Ya antes de la reforma, desde 1442, se ubica en este casal la Seca, casa de acuñación de la moneda mallorquina, privilegio que concedió Alfonso V, junto con el título de señor de la Bolsa de Oro, a Pere Abrí-Descatlar y de Santacoloma. Esta actividad se mantuvo en este lugar y fue dirigida por la misma familia hasta el año 1787. El que después sería primer señor de la Bolsa de Oro obtuvo en 1438 la concesión del título de señor de Llucmajor, lo cual provocó el levantamiento del pueblo de Llucmajor, ya que consideraba que este nombramiento iba en contra de las franquicias otorgadas por Jaime I. En los primeros años del s.XVIII, el archiduque Carlos de Austria concedió el título de marqués del Palmer a Guillem Abrí-Descatlar, pero este título no fue confirmado por los Borbones hasta el año 1817. En los siglos XVIII y XIX las vigas fueron decoradas siguiendo el estilo rococó, se construyó la nueva escalera principal, que modificó el patio, y se instalaron chimeneas en las salas. Según la "lista electoral rectificada" del año 1864, la casa se encontraba en la isleta núm. 24 y era propiedad del Sr. Marqués del Palmer Hacendado, con 44.831 libras de cuota (AMP, 1060).

Hacia el año 1872 el Archiduque Luis Salvador dice: "La maravillosa casa del Marqués del Palmer, con su preciosa fachada, la más bella de la ciudad, toda en el más puro estilo del renacimiento; sus ventanas son todas similares en general, pero difieren en sus detalles". En 1990 era propietaria de la casa Pilar Descatlar Machimbarrena, marquesa del Palmer.